"La moda no es arte, pero para dedicarse a ella se tiene que ser un artista". Yves Saint- Laurent, gran maestro en los modistos franceses de la segunda mitad del s. XX, expuso con estas paradójicas palabras la estrecha relación entre arte y moda, cuando se retiró de la alta costura.
Oficialmente la moda no es arte, pero si es cierto que van de la mano. Muchos diseñadores se han inspirado en grandes artistas para crear muchas de sus colecciones. Un ejemplo puede ser los famosos cuadros rojos, amarillos y azules con combinaciones de negros y blancos del pintos Mondrian.
La línea que actualmente separa el arte de la moda es cada vez más fina y difusa, porque... ¿quien podría decir que estas creaciones no son obras de arte en sí mismas? Pienso que sí que podríamos considerar la moda como arte porque siempre es necesario que intervenga la "creatividad". No se puede negar que la moda está relacionada íntimamente relacionada con la pintura, escultura y arquitectura e, incluso, con la fotografía como hace Melanie Pullen en una de sus exposiciones llamada High Fashion Crime Scenes, en la que recrea escenas de crímenes famosos utilizando producciones de moda de los mejores diseñadores.
Por otro lado, en la alta costura los diseñadores crean sus propias telas, dando vida a auténticos cuadros merecedores, en muchas ocasiones, de formar parte de un museo. Diseñan volúmenes y formas esculpidas en tela del mismo modo que lo hacen los escultores en la piedra y, a veces, consiguen crear excelentes estructuras arquitectónicas. Otra cosa importante en la moda o en el arte es el material que se utiliza y un buen ejemplo de ello es el diseñador hispano-francés Paco Rabanne, donde el metal es una materia prima principal en sus creaciones.
En definitiva, hay arte que está de moda, moda que es arte y arte que no sigue moda. Creo que sí que se puede considerar como artE porque cada diseñador tiene un estilo, del mismo modo que cada pintor tiene su técnica para pintar. La moda no deja de ser una expresión contemporánea: es el ahora, es un sentimiento y un sueño representado en un patrón. Un vestido de alta costura es como un cuadro: puedes tardar meses en pintarlo o en coserlo, cualquier detalle es importante. Pero es una lástima que estas pequeñas joyas sean expuestas pocas veces en los museos. Al contrario que pasa con un cuadro, que podemos contemplarlo todos los días, todos los meses, todos los años.
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